Es una actividad grupal teórico-vivencial (de no mas de 4 personas) cuyo objetivo es la supervisión de la persona del terapeuta y de su quehacer profesional.
Las supervisiones grupales se construyen a partir de la multiplicación de las miradas que conjugan resonancia, teoría, intuición, experiencia, emoción, percepción y sensación de cada miembro del equipo.
Esto se sostiene en una doble convicción: que todas estas miradas son validas y aportan un material rico para trabajar cada caso, y ninguna captará la totalidad del campo. Estos aportes son ordenados y conceptualizados por las coordinadoras, y nutren de hipótesis al diagnóstico y al delineado de los objetivos y estrategias para el abordaje de parejas y familias.